En 1928 arribó a nuestra capital una mujer que llegó a inspirar a
muchos y a proteger del frío y de la soledad a indigentes y solitarios.
Es Rebeca, una escultura que viajó a Bogotá desde París y tuvo como
primer hogar el Centenario, uno de los más importantes parques de la
ciudad, por ser concebido con motivo de los cien años del nacimiento del
Libertador Simón Bolívar.
a Rebeca además de ser la primera mujer desnuda en el
espacio público, es también la primera escultura no heroica que se ubica
en una de las principales avenidas de Bogotá.En los años 30 las esculturas importantes eran las de los
héroes, las heroínas, los literatos y los políticos y era poco probable
que una escultura de mujer fuera considerada significativa.
Sin embargo, esta obra se prestó para muchas interpretaciones;
hubo quienes la consideraron atrevida y vulgar, otros en cambio
llegaron a apreciarla como un símbolo estético.
Por otro lado los católicos la catalogaron como la
representación de su Rebeca, esa mujer atenta y aguerrida que fue
escogida por los siervos de Abraham como esposa de Isaac por ser la
primera mujer que al pasar cerca de la fuente les ofrece agua.
Pero una de las representaciones más importantes y
significativas fueron las de las clases populares, a ella a la mujer
blanca y desnuda la creían la mujer de los chistes, la mujer de la
calle, la mujer que divierte.