A fines de la década de 1990 se
analizaron
los requerimientos que tenían el Museo del Oro del
Banco de la República y su colección hacia el
futuro. Se identificaron como necesidades la
renovación
de guiones científicos con la información de
las más recientes excavaciones arqueológicas,
y dotar a la exhibición de una museografía
contemporánea,
del nivel de los más destacados museos del mundo.
El proyecto arquitectónico y museográfico de
la renovación y ampliación del museo fue concebido
desde 1998 en dos etapas: la primera etapa conllevó
la construcción de un nuevo edificio diseñado
por el arquitecto Germán Samper Gnecco, quien había
sido también el arquitecto del edificio tradicional
del Museo, abierto en 1968 en el Parque de
Santander. El nuevo
edificio del Museo y sus salas de exposición se
abrieron
al público en diciembre de 2004. La segunda etapa
consistió
en remodelar el edificio de 1968 y empalmarlo con el
nuevo
edificio. Para llevarla a cabo, el Museo contó con
un equipo de arquitectos, museógrafos y diseñadores
bajo una única coordinación, lo que hizo posible
un proyecto integralmente armónico entre la
arquitectura
y la museografía.
En este nuevo espacio, amplio, moderno e integral,
está
contada la historia del oro y otros metales entre
las sociedades
prehispánicas del actual territorio colombiano. El
nuevo guión científico y museográfico
de la exposición fue elaborado a partir de la
metáfora
del proceso del metal en las sociedades
prehispánicas,
que lo extraían de la tierra, lo trabajaban, lo
usaban,
lo simbolizaban y finalmente lo regresaban a la
tierra como
ofrenda. La curaduría le dio forma a este concepto
en cuatro grandes temas que son las grandes salas de
exposición
permanente: El trabajo de los metales, La gente y el
oro en
la Colombia prehispánica, Cosmología y simbolismo